sábado, 29 de noviembre de 2008

De Turín a Bérgamo


Para el último día habíamos dejado el Lago di Como y Bérgamo. La mañana en Turín amaneció muy fria, y aunque en el centro no había nevado, en cuanto salimos tras el atasco del lunes por la mañana, empezamos a ver el efecto de la nevada de la noche anterior. A medida que nos acercábamos a Como, cada vez más cerca de los Alpes, la nieve se acumulaba más y temimos que no podríamos llegar a verlo.
Pero afortunadamente, Como, pese a estar en medio de los Alpes, no está a mucha altura sobre el nivel del mar, y allí no había nieve.

Lo más interesante de Como es el Duomo y el lago, y subir en funicular a Brunate, y allí ya sí había nieve. La subida es espectacular, y se divisa la ciudad de Como, y el lago, o eso creo, porque la niebla impedía ver nada.

Recorrimos el lago por su parte interior desde Como a Belaggio, y desde allí a Lecco. No tuvimos tiempo de ver ninguna de las villas neoclásicas al lado del lago, alguna de las cuales se puede visitar, mientras que otras son propiedad de gente con bastante pasta.


Y como última etapa del viaje, Bérgamo. Dormimos en un B&B en la parte baja de la ciudad, situado en un ático muy bonito. El principal atractivo de la ciudad es la parte alta, y especialmente los alrededores de la Piazza Veccia. Lamentablemente, la ciudad está iluminada muy débilmente, hasta el punto de que en muchas calles la única luz que hay es la de los comercios que dejen sus luces encendidas. Fue una pena, porque creo que habría sido una visita muy interesante. A la parte alta se llega en el autobús 1A, o bien en funicular. Nosotros subimos en uno y bajamos en otro. Los billetes se compran en los kioscos.

Y nada más, a dormir, y por la mañana prontito al aeropuerto, para volver a España.

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